El primer mandatario pidió a la opinión pública transformar el dolor en movilización pacífica y honrar al joven chef con expresiones culturales como arte, música y poesía.
Tras la revocatoria de su visa, varios ministros renunciaron a su visa en solidaridad con el primer mandatario, quien afirmó "sentirse orgulloso de no tener visado de un país cuyo gobierno apoya un genocidio".
Según fuentes, existen denuncias de crímenes de guerra de EE. UU., su ayuda militar a Israel y su uso en el genocidio en Gaza, y el papel de Washington en golpes de Estado en América Latina.
Con argumentos jurídicos, Alejandro Carranza respondió a Melquisedec Torres y recordó que los jefes de Estado tienen inmunidad penal y que las declaraciones presidenciales son actos soberanos.