Estados Unidos y China extienden por 90 días la tregua arancelaria

El presidente estadounidense firmó un decreto que prorroga hasta el 10 de noviembre la suspensión de aranceles más altos, mientras Pekín anunció que mantendrá su parte del acuerdo alcanzado en mayo en Ginebra.
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Negociadores de Estados Unidos y China.
Foto: La prórroga llega tras una serie de reuniones en Londres y Estocolmo, donde delegaciones de ambos países intentaron consolidar los avances logrados en mayo. / AFP.

A pocas horas de que venciera la tregua arancelaria entre las dos mayores economías del planeta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la extensión de la suspensión de tarifas punitivas contra productos chinos por 90 días adicionales. La medida, formalizada en un decreto presidencial divulgado a través de su red Truth Social, busca ganar tiempo para las negociaciones en curso y evitar un nuevo choque comercial que habría elevado los gravámenes hasta niveles históricos.

China sigue tomando medidas significativas para remediar los acuerdos comerciales no recíprocos y atender las preocupaciones de Estados Unidos en materia económica y de seguridad nacional”, se lee en la orden ejecutiva. Trump precisó que “los elementos del acuerdo permanecerán sin cambios” y reiteró que mantiene una “muy buena” relación con el presidente chino Xi Jinping, en un tono que contrasta con los meses de confrontación arancelaria vividos desde comienzos de año.

El Ministerio de Comercio chino, a través de un comunicado publicado por la agencia estatal Xinhua, confirmó que Pekín extenderá su parte de la tregua y mantendrá las condiciones pactadas en mayo en Ginebra. Además, aseguró que “tomará o mantendrá las medidas necesarias para suspender o eliminar las contramedidas no arancelarias” acordadas en las rondas previas. Con esta decisión, seguirán vigentes los aranceles del 10 % para productos estadounidenses y del 30 % para los bienes chinos, muy por debajo de los máximos que estuvieron a punto de entrar en vigor.

Un respiro tras meses de escalada

La prórroga llega tras una serie de reuniones en Londres y Estocolmo, donde delegaciones de ambos países intentaron consolidar los avances logrados en mayo. Antes de ese acuerdo, las represalias cruzadas habían llevado los aranceles a niveles de hasta 125 % para las exportaciones estadounidenses y 145 % para las chinas, en una dinámica que amenazaba con paralizar sectores enteros de la economía mundial.

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Con la firma de este decreto, Washington y Pekín evitan por ahora un deterioro mayor en su relación comercial y otorgan un margen de tres meses para profundizar en asuntos estructurales como el acceso a mercados, la protección de la propiedad intelectual y la regulación de subsidios estatales. Expertos en comercio internacional señalan que la medida también protege a industrias estratégicas en ambos países de un impacto inmediato en precios y cadenas de suministro.

Expectativa por un posible encuentro bilateral

Fuentes diplomáticas citadas por medios internacionales coinciden en que esta prórroga podría allanar el camino para una nueva cumbre entre Trump y Xi Jinping antes de fin de año. Tal encuentro sería clave para destrabar temas aún pendientes y dar una señal de estabilidad a los mercados.

En los días previos a la firma, Trump había pedido públicamente a China “cuadruplicar sus compras de soya estadounidense”, un gesto interpretado como intento de obtener concesiones agrícolas de último minuto. Sin embargo, en el anuncio del lunes omitió esa exigencia, enfocándose en la importancia de mantener las condiciones actuales y de “proteger los intereses económicos y de seguridad nacional” de su país.

Mercados y sectores productivos reaccionan

La confirmación de la prórroga provocó una reacción positiva inmediata en los mercados internacionales. En Wall Street, los principales índices registraron alzas moderadas, mientras en Asia las bolsas cerraron con ganancias ante la expectativa de un alivio en la tensión comercial. Los precios del petróleo y de algunos metales industriales también repuntaron, reflejando la confianza de los inversores en que el diálogo continuará.

Sectores como la tecnología, la automoción y la agricultura, que dependen en gran medida de las exportaciones e importaciones entre ambas potencias, ven en esta tregua una oportunidad para planificar sus operaciones sin el riesgo inmediato de aumentos drásticos en los costos. Sin embargo, analistas advierten que la incertidumbre no ha desaparecido: si en noviembre no hay un acuerdo más sólido, la escalada podría retomarse con la misma intensidad.