Manifestante en Los Ángeles

Trump despliega la Guardia Nacional en Los Ángeles tras protestas por redadas migratorias

Foto: El operativo fue ordenado directamente por el presidente Donald Trump. / AFP
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Los Ángeles, segunda ciudad más grande de Estados Unidos, permanece militarizada. Donald Trump ordenó el despliegue de tropas para reprimir las manifestaciones contra las detenciones masivas de inmigrantes.

Con uniforme de combate y rifles al hombro, cerca de 300 soldados de la Guardia Nacional comenzaron a patrullar instalaciones federales en el centro de Los Ángeles la madrugada del domingo, en medio de enfrentamientos con manifestantes que protestaban contra las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). El operativo fue ordenado directamente por el presidente Donald Trump, quien prometió “una muy severa legalidad y orden” y advirtió que no descarta más despliegues en otras ciudades del país.

“Hay gente violenta, y no vamos a dejar que se salgan con la suya”, declaró el mandatario republicano ante medios de comunicación. A su lado, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, no descartó recurrir también a marines en servicio activo.

Cientos de personas de origen latinoamericano se levantaron contra la política discriminatoria del Gobierno Trump. / AFP.

La medida fue rechazada por autoridades locales y estatales. El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó el despliegue como “un alarmante abuso de poder” y denunció que se trata de una provocación deliberada. “Es importante que se respete la autoridad ejecutiva de los gobernadores para manejar su Guardia Nacional”, sostuvo en un comunicado conjunto con otros mandatarios demócratas.

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Protestas, represión y arrestos

Desde el viernes, la ciudad ha sido escenario de protestas masivas. Manifestantes, en su mayoría latinos, rechazan las redadas de ICE que ya han dejado decenas de detenidos en distintos puntos de Los Ángeles. La noche del sábado y la mañana del domingo, agentes federales utilizaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar las movilizaciones. Al menos 35 mexicanos fueron arrestados, confirmó la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

En medio de la tensión, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, afirmó que se han presentado expresiones preocupantes de violencia, pero aseguró que la situación “está bajo control”.

En las calles, la imagen de un carro incendiado con consignas contra ICE y un manifestante ondeando la bandera mexicana se viralizó rápidamente. “Los mexicanos que viven en Estados Unidos son hombres y mujeres de bien, no son criminales”, enfatizó la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en un pronunciamiento oficial.

División política y advertencias democráticas

Mientras líderes republicanos como el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, respaldaban abiertamente la militarización, congresistas demócratas alertaron sobre el riesgo autoritario de las decisiones de Trump.

“Tenemos una administración que ataca las protestas pacíficas”, advirtió la representante californiana Nanette Barragán. “Esto no se trata de detener a violentos, se trata de criminalizar la disidencia”.

Por su parte, el senador Bernie Sanders calificó lo ocurrido como “autoritarismo en tiempo real”. En una publicación en X, denunció la secuencia de hechos: “Realizar redadas ilegales masivas. Provocar una contrarrespuesta. Declarar el estado de emergencia. Llamar a las tropas: inaceptable”.

Kenneth Roth, exdirector de Human Rights Watch, recordó que es la primera vez desde 1965 que un presidente despliega la Guardia Nacional sin la solicitud expresa de un gobernador. “Trump está creando un espectáculo para poder continuar con sus redadas migratorias”, afirmó.

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Redadas, racismo y elecciones

Las redadas de ICE en lugares de trabajo y espacios públicos en Los Ángeles fueron llevadas a cabo por agentes armados y enmascarados. En la calle, el miedo y la indignación se mezclan. “Los detenidos son seres humanos como cualquier otro”, dijo Fernando Delgado, joven residente hispano de 24 años. “Somos quienes hacemos los trabajos que nadie más quiere hacer”.

El despliegue coincide con el inicio de la campaña electoral de Trump para las presidenciales de noviembre. Analistas advierten que estas acciones responden a una estrategia para movilizar a su base con un discurso de mano dura y xenofobia.

Por ahora, la Plaza de Los Ángeles permanece bajo resguardo militar. Pero la presión política crece, y las imágenes de soldados enfrentando a ciudadanos latinos han abierto un nuevo frente de tensión en un país dividido.