Un misil disparado desde Yemen impactó este domingo cerca del aeropuerto internacional Ben Gurión, en Tel Aviv, generando pánico entre la población israelí y dejando un cráter de grandes proporciones a menos de cien metros de una de las pistas. El proyectil, cuya autoría fue reivindicada por los rebeldes hutíes —aliados de Hamás y respaldados por Irán—, provocó heridas a al menos seis personas y obligó a suspender temporalmente los vuelos en una de las terminales más concurridas de Israel.
La respuesta del gobierno israelí no se hizo esperar. El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió “múltiples ataques” contra los hutíes y lanzó una dura advertencia a Irán, a quien responsabiliza directamente del ataque. “Responderemos en el momento y lugar que elijamos, contra sus amos terroristas iraníes”, publicó en su cuenta oficial de X.
Este ataque ocurre en medio de la reanudación de una ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, interrumpida durante dos meses por una tregua que colapsó el pasado 18 de marzo. Solo en las últimas horas, dieciséis palestinos han muerto —incluidos tres niños y siete mujeres— en nuevos bombardeos sobre zonas residenciales del sur de Gaza.
El ejército israelí ha intensificado sus acciones, convocando a “decenas de miles” de reservistas y declarando su intención de “destruir todas las infraestructuras” de Hamás, tanto en superficie como en túneles subterráneos. La escalada bélica eleva el riesgo de una guerra regional de mayores proporciones, con Yemen e Irán como nuevos focos de tensión directa.
Críticas internacionales y suspensión de vuelos
La explosión cerca del aeropuerto Ben Gurión, confirmada por el propio jefe de la policía de la región central, causó revuelo no solo por la magnitud del impacto sino por su proximidad a las pistas y terminales civiles. “Nos salvamos por poco”, declaró un funcionario aéreo a AFP. Aerolíneas como Lufthansa, Air France, British Airways y Air India suspendieron sus vuelos hacia Tel Aviv por motivos de seguridad.
Mientras tanto, el grupo hutí confirmó que el misil era de tipo balístico hipersónico y aseguró que el objetivo fue alcanzado con éxito. La cadena afín Al Masirah difundió imágenes del proyectil y celebró el ataque en nombre de la solidaridad con el pueblo palestino.
Gaza, otra vez bajo fuego
En paralelo a las amenazas y despliegues en el frente internacional, Gaza enfrenta una intensificación de los ataques israelíes. La defensa civil del enclave reportó bombardeos en Jan Yunis y la zona de Al Mawasi, donde varias viviendas fueron destruidas, dejando víctimas civiles, incluidos niños de dos y cinco años.
Desde que se rompió la tregua en marzo, las cifras de muertos se han disparado nuevamente. La ofensiva actual se suma a los más de 52.000 muertos acumulados desde el inicio de la guerra, la mayoría mujeres y menores, según fuentes palestinas.
Netanyahu, respaldado por sectores ultraconservadores y con el apoyo tácito de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, ha endurecido su postura. El Consejo de Seguridad israelí se reunirá este domingo para definir la hoja de ruta de esta nueva fase de la guerra.
Tragedia humanitaria al límite
Con misiles, drones y bombardeos, el conflicto en Gaza se ha convertido en un polvorín regional. Yemen, Siria, Líbano e Irán están ahora en el radar directo de Israel, mientras las víctimas civiles siguen aumentando. El conflicto no solo ha destruido infraestructuras, sino que ha colapsado los sistemas sanitarios, desplazado millones y hundido aún más la esperanza de paz.