“Yo me presté, yo me debo y que pague el Estado”: Supersalud responde a Colsubsidio por medicamentos represados

El superintendente Giovanny Rubiano acusó a Colsubsidio de retener medicamentos mientras reclama una deuda a sí misma, a través de la EPS Famisanar, de la cual también sería propietario.
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Foto: El superintendente Rubiano dejó claro que, mientras existan este tipo de prácticas, la Supersalud no permanecerá en silencio. / Foto: Prensa Supersalud.

El superintendente nacional de Salud, Giovanny Rubiano, lanzó una dura advertencia institucional al cuestionar públicamente a Droguerías Colsubsidio por represar medicamentos esenciales en sus bodegas y, al mismo tiempo, reclamar millonarias acreencias a la EPS Famisanar, de la que también es copropietario.

“¿Quiénes son los dueños de Famisanar? CAFAM y Colsubsidio. O sea, un ‘yo con yo’; yo me presté, yo me debo y, entonces, que pague el Estado”, afirmó Rubiano este 17 de julio desde San Andrés Islas, donde realiza una visita de inspección. La declaración surge como respuesta a los señalamientos de Colsubsidio, que alega una deuda superior a los $700 mil millones por parte de Famisanar, mientras niega haber retenido medicamentos.

“Así no es, señores gestores”

El funcionario denunció que algunos gestores farmacéuticos ponen en riesgo la vida de los pacientes como mecanismo de presión para exigir pagos por servicios ya contratados. “¿Presiono que no entrego el medicamento así yo sepa que [el paciente] se va a morir para que el Gobierno me pague una deuda del pasado? Así no es, señores gestores”, sentenció.

Rubiano también explicó el modus operandi detectado: “Se entrega la fórmula por seis medicamentos. La EPS cobra por esos seis, pero entrega dos o tres. Y se acaba el tiempo de la fórmula, entonces los mandan de nuevo al médico. Así los llevan dos o tres meses. Imagínese usted con un cáncer, un problema renal, por meses así”.

Auditores encontraron más de 11.800 unidades represadas

Aunque los hechos ya habían sido revelados por la Superintendencia en días anteriores, Rubiano reiteró que durante la auditoría simultánea realizada el 14 de julio, se encontraron 11.855 unidades de medicamentos represados en el centro de distribución de Colsubsidio en Funza, Cundinamarca, mientras seguían figurando como pendientes de entrega en puntos farmacéuticos como Plaza Central en Bogotá.

La situación, dijo, es especialmente grave en medicamentos para cáncer, trasplantes, enfermedades autoinmunes y crónicas. Por esta razón, la entidad impuso una medida cautelar que obliga a Colsubsidio a entregar los medicamentos en un plazo máximo de 48 horas y a mantener abiertos los puntos de atención hasta el 1 de septiembre, cuando termina el periodo de transición de Famisanar.

Un llamado al control institucional

Esta nueva auditoría con sus revelaciones, coincide con las denuncias recientes del presidente Gustavo Petro y la Contraloría General de la República sobre el uso indebido de los recursos públicos en el sistema de salud. Hay más de $2 billones perdidos, una deuda que asciende a los $32,9 billones con clínicas y hospitales y un saldo indeterminado de víctimas de un modelo que premia la codicia. La evidencia acumulada ha llevado al Gobierno a considerar nuevas intervenciones, mientras se reabre el debate nacional sobre la reforma estructural al modelo.

El superintendente Rubiano dejó claro que, mientras existan este tipo de prácticas, la Supersalud no permanecerá en silencio: “Estamos levantando un tapete donde debajo se guardó toda la mugre”. Esta tarea épica que enfrenta al Gobierno contra conglomerados empresariales poderosos, tendrá su desenlace en el Congreso, que deberá debatir y solucionar el problema con una reforma a la salud.