EE. UU. activa la operación “Lanza del Sur” y genera temor por el recrudecimiento de acciones militares en el Caribe
Estados Unidos anunció este jueves la operación militar “Lanza del Sur”, una iniciativa que, según el secretario de Defensa Pete Hegseth, busca enfrentar a organizaciones del narcotráfico en el hemisferio occidental. El anuncio se hizo en un contexto de aumento significativo de activos militares estadounidenses en el Caribe, incluido el portaaviones USS Gerald R. Ford, creando un escenario de temor frente a un posible ataque en territorio Venezolano.
El mensaje oficial difundido en X sostiene que la misión será coordinada por el Comando Sur y una fuerza de tarea conjunta, aunque sin detallar alcances, reglas de operación o criterios de uso de la fuerza. La ausencia de información pública sobre parámetros humanitarios o sobre el respeto al derecho internacional genera inquietudes entre gobiernos de la región.
🇺🇸🗣️#Internacional | En un mensaje que ha encendido las alarmas en toda América Latina, el secretario de guerra, Pete Hegseth, anunció hoy en la red X, la operación 'Lanza del Sur' dirigida a combatir, lo que Washington ha definido como, la lucha contra el narcoterrorismo en el… pic.twitter.com/MKWvr5A7so
— RTVC Noticias (@RTVCnoticias) November 14, 2025
Esta declaración ocurre tras semanas de despliegues navales y operaciones unilaterales en aguas del Caribe y el Pacífico oriental; acciones que Washington enmarca en la lucha antidrogas, pero que han provocado una ola de rechazo por considerarse violaciones al derecho internacional y a los derechos humanos, constituyéndose como ejecuciones extrajudiciales de personas civiles e indefensas, la mayoría habitantes pobres del litoral en países como Ecuador, Colombia, Venezuela y Trinidad y Tobago.
President Trump ordered action — and the Department of War is delivering.
Today, I’m announcing Operation SOUTHERN SPEAR.
Led by Joint Task Force Southern Spear and @SOUTHCOM, this mission defends our Homeland, removes narco-terrorists from our Hemisphere, and secures our…— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) November 13, 2025
Evaluaciones internas en Washington incluyen posibles operaciones dentro de Venezuela
De acuerdo con un informe de CNN, Trump recibió un nuevo conjunto de opciones militares relacionadas con Venezuela, que incluyen desde ataques a presunta "infraestructura vinculada a rutas del narcotráfico" donde incluso se ha sugerido hasta planes más amplios sobre objetivos militares e instalaciones gubernamentales. Aunque no hay una decisión tomada, el informe confirma que existe una deliberación activa dentro de la Casa Blanca sobre un cambio de estrategia.
En las últimas semanas, se ha consolidado una narrativa desde Washington que describe al hemisferio como un espacio de seguridad exclusivamente estadounidense, un enfoque que contrasta con el derecho internacional y con las posiciones de gobiernos de la región que han insistido en priorizar el diálogo y las vías diplomáticas frente a la crisis venezolana.
El despliegue del USS Gerald R. Ford —el mayor portaaviones del mundo— y su grupo de ataque cerca de Venezuela añade presión a una relación bilateral ya marcada por sanciones económicas, desconocimiento político y aumento de la retórica militar.
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América Latina observa con preocupación las implicaciones regionales
La activación de “Lanza del Sur” ocurre en un momento particularmente delicado para el Caribe y América Latina, varios presidentes, incluyendo a Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha reclamado con vehemencia por la presencia de activos militares en las costas de América del Sur, sumándose a la defensa emprendida por el presidente Gustavo Petro. Para los gobiernos de la región, cualquier ampliación unilateral de operaciones militares estadounidenses puede afectar la estabilidad, la migración, las economías costeras y la cooperación regional.
Las operaciones unilaterales, cuando no están coordinadas con los Estados afectados, pueden agravar dinámicas de violencia y generar riesgos humanitarios. En el litoral de Colombia y Venezuela, los pescadores han limitado sus actividades por temor a ser asesinados y dicha condición comienza a afectar la economía de las familias. La destrucción de embarcaciones sin procesos de verificación internacional y los reportes de muertes sin supervisión judicial son el problema central.
Al mismo tiempo, la narrativa estadounidense que vincula automáticamente narcotráfico y decisiones de seguridad nacional se ha usado en el pasado para justificar intervenciones o presiones de carácter político contra gobiernos de la región. En este contexto, la comunidad internacional insiste en que cualquier operación debe respetar estrictamente el derecho internacional y el principio de soberanía de los Estados.
Un panorama aún incierto
Por ahora, ni el Pentágono ni la Casa Blanca han precisado los objetivos exactos, la duración o los límites de “Lanza del Sur”. Tampoco han respondido sobre las deliberaciones internas que, según medios estadounidenses, evalúan acciones dentro de Venezuela.
La región permanece atenta a los próximos movimientos de Washington. Las decisiones que se adopten en los próximos días —en materia militar o diplomática— podrían tener efectos directos sobre la seguridad hemisférica, el equilibrio geopolítico y los esfuerzos por promover soluciones pragmáticas al narcotráfico, que hace mucho triunfó sobre la estrategia de erradicación forzada y violencia exacerbada.