La investigación por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay tomó un giro internacional este martes 10 de junio, luego de que el presidente Gustavo Petro solicitara la colaboración directa de los organismos de inteligencia de Estados Unidos. Según informó el propio mandatario a través de su cuenta en X, el arma utilizada en el ataque fue adquirida en territorio estadounidense.
“He pedido a través de la embajada de EE. UU. que los organismos secretos de ese país ayuden a profundidad en la investigación del intento de asesinato del senador Uribe Turbay. El arma del sicario fue comprada en Arizona, EE. UU., y pasó por la Florida”, escribió el presidente.
La solicitud oficial, que se tramita por medio de la embajada en Bogotá, se produce en medio de las gestiones del Gobierno para reforzar la seguridad de miembros de la oposición y esclarecer el origen del atentado ocurrido el pasado 7 de junio en el parque El Golfito, al norte de la capital.
He pedido a través de la embajada de EEUU, que los organismos secretos de ese país, ayuden a profundidad en la investigación del intento de asesinato del senador Uribe Turbay.
El arma del sicario fue comprada en Arizona, EEUU, y pasó por la Florida. https://t.co/6lqZiS1Kac— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 10, 2025
Arma con recorrido transnacional
La pistola utilizada en el ataque es una Glock 9 milímetros automática que fue comprada legalmente por un ciudadano estadounidense identificado como Charles Joe Anderson, en un pequeño local de armas ubicado en la ciudad de Mesa, Arizona. Posteriormente, según datos preliminares, el arma pasó por Florida antes de ingresar a Colombia. La Agencia Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) ya ha mostrado interés en investigar cómo este armamento terminó en manos del menor sicario que atentó contra el senador.
Las autoridades colombianas y estadounidenses buscan establecer si esta Glock hace parte de alguno de los lotes de armas que fueron movilizados en operaciones encubiertas hacia América Latina por agencias federales, algunas de las cuales han terminado en poder de estructuras criminales como la Oficina de Envigado y carteles mexicanos.
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Seguridad reforzada y vínculos con estructuras criminales
Tras el atentado, la Unidad Nacional de Protección (UNP) decretó un esquema de emergencia para proteger al senador Miguel Uribe y a su familia. Según reveló el director de la entidad, Augusto Rodríguez, el esquema anterior era insuficiente, por lo que ahora el precandidato presidencial cuenta con seis escoltas, tres vehículos blindados y ocho policías asignados a su protección directa.
Además, se investiga si tanto Uribe como su hijo estaban siendo objeto de seguimientos previos. El presidente Petro ya había advertido públicamente sobre posibles infiltraciones en la Policía Nacional, y recordó que este no es el primer caso donde se detecta armamento de procedencia extranjera en manos de redes delictivas dentro del país.
Una fuente citada por la unidad investigativa del periódico El Tiempo aseguró que “en Bogotá hay un poderoso residuo de la Oficina de Envigado que ejecuta este tipo de operaciones con oficinas de cobro locales”.
La participación de agencias como el FBI y la ATF podría permitir el rastreo del arma desde su punto de origen en Arizona hasta su llegada a Colombia, y ayudaría a identificar si fue objeto de tráfico ilegal, venta controlada o alguna operación encubierta que haya terminado desviada hacia estructuras criminales.
El contexto del atentado
Miguel Uribe Turbay fue atacado a tiros el pasado sábado por un menor de edad en un parque del occidente de Bogotá. El joven capturado afirmó que recibió la orden de un “hombre de la olla”, sin que hasta el momento se haya esclarecido completamente la autoría intelectual del hecho. El senador fue trasladado a la Clínica Santa Fe, donde permanece bajo cuidado médico y protección especial.
El caso ha sacudido al país y ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los líderes políticos en Colombia. La solicitud del presidente Petro a las agencias de inteligencia de Estados Unidos marca un precedente en la cooperación internacional para esclarecer atentados contra figuras públicas y combatir el tráfico transnacional de armas.
