Presidente Petro defiende la compra de aviones Gripen y desmonta versión sobre una supuesta oferta formal de F-16

La controversia por la compra de los aviones de combate para modernizar la flota de la Fuerza Aerospacial Colombiana fue abordada directamente por el presidente Gustavo Petro en la alocución presidencial de este viernes. El mandatario explicó pormenores del documento en inglés que ha circulado como supuesto soporte de una oferta de aviones F-16 más barata que los Gripen adquiridos por el Estado colombiano.

El mandatario sostuvo que dicho documento corresponde únicamente a una cotización preliminar, sin valor jurídico como oferta de compra. Desde esa precisión técnica estructuró su defensa de la decisión de adquirir aeronaves nuevas, explicó por qué su Gobierno descartó aviones usados y vinculó esa decisión con la protección de la vida de los pilotos.

En su intervención, el Presidente también responsabilizó a gobiernos anteriores por no haber actualizado la flota durante décadas, lo que —según afirmó— mantuvo al país operando con aeronaves obsoletas.

El documento sobre F-16: una cotización sin valor de oferta

El Presidente explicó que el documento difundido corresponde a una carta de “precio y capacidad” (P&A), que no equivale a una carta de oferta y aceptación (LOA), única con validez para una compra internacional de este tipo.

“Pues no, lo que presentaron es una carta que se llama P&A, como dice al principio, Precio y Capacidad. Ese P&A no es un precio oficial…”.

Detalló que se trata de un valor inicial sin componentes adicionales, sin equipos completos y sin costos reales de operación. Para hacerlo comprensible, lo comparó con el precio base de un vehículo que aumenta con cada adición técnica. Insistió en que ese documento no permite cerrar ningún negocio.

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La negativa a comprar aviones usados

El jefe de Estado relató que indagó directamente por la posibilidad de adquirir F-16 nuevos y que esa opción nunca existió: "Le pregunté yo al embajador de los Estados Unidos, el señor Palmieri, 'oiga, ¿dónde está entonces el valor de F-16 nuevos? Y empezamos a hablar'. Nunca hubo eso. Porque siempre ofrecieron F-16 de segunda y tercera mano. Y yo no voy a poner los pilotos de Colombia con todo su entrenamiento, con todo su talento, su valentía, hijos de Colombia, en unos aviones que se pueden caer. Solo porque nos venden chatarra y nos vieron cara de pendejos".

Sobre esa base, explicó por qué su Gobierno descartó esa alternativa: “Yo no voy a poner los pilotos de Colombia con todo su entrenamiento, con todo su talento, su valentía, hijos de Colombia, en unos aviones que se pueden caer”. El Presidente subrayó que la seguridad de las tripulaciones no podía subordinarse a consideraciones de precio aparente ni a ofertas de material con alto desgaste operativo.

El Presidente también comparó la decisión de su gobierno con la actuación de administraciones anteriores, a las que señaló por haber postergado durante décadas la actualización de la flota aérea: “Ustedes señores que han gobernado este país durante siglos, no fueron capaces de cambiar una flota vieja israelí de 50 años. No lo hicieron ustedes, lo hicimos nosotros”.

Con esa afirmación, el mandatario atribuyó la obsolescencia acumulada a una falta de decisión política sostenida en el tiempo.

Ni un dólar robado y máxima eficiencia tecnológica

Al referirse a la elección de los Gripen, el Presidente sostuvo que la decisión estuvo respaldada por los técnicos de la Fuerza Aeroespacial Colombiana y rechazó los señalamientos de irregularidades en el proceso: “La Fuerza Aeroespacial Colombiana puede tener la certeza de que los técnicos que decidieron que ese avión servía magníficamente a Colombia, el avión Gripen que se compró, pueden tener seguridad que, primero, ni un dólar robado, y, segundo, la máxima eficiencia tecnológica para el combate”.

El presidente insistió en que la compra se hizo sin desvío de recursos y con criterios de desempeño operativo y señaló que su propósito es que en Colombia prescinda del uso de la violencia en el futuro, pero recalcó que la Fuerza Pública no puede quedar sin capacidades. “Ojalá no haya más combates en Colombia. Ojalá haya paz. Pero la paz no se logrará, sino primero con voluntad [...] yo sí quiero hacer la paz”.

Además, destacó que nunca cerrará las puertas de la negociación a ningún grupo armado en el país, siempre y cuando estos cumplan con líneas rojas que deben ser muy claras. "Si el señor ese [...] el del grupo de la FARC disidente, decide hacer la paz, hablamos. Pero hay que sembrar la selva de nuevo, no hay que meter niños otra vez en el combate, hay que apoyar el que la comunidad tome decisiones libres, hay que buscar zonas donde se vayan a dejar las armas. Y si eso es, bien. Si no, las mejores armas en manos de la fuerza pública para defender los derechos y las libertades de la ciudadanía”.