La reforma laboral impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro logró este 12 de junio un avance sustancial en el Senado: 58 de los 77 artículos fueron aprobados, es decir, el 75 % del articulado. Sin embargo, los temas más controvertidos fueron postergados y se debatirán el lunes 16 de junio, fecha clave para definir el futuro de uno de los proyectos más importantes del gobierno.
La sesión se prolongó durante más de doce horas, y finalizó con un receso que le deja al equipo de ponentes y al Ministerio del Trabajo el encargo de construir acuerdos sobre los 19 artículos pendientes, entre los que se encuentran los puntos más sensibles para los sectores empresariales, las centrales sindicales y la ciudadanía.
Los tiempos para aprobar la reforma se reducen más y la legislatura cierra el próximo viernes. / Foto: Senado de la República.
Artículos aprobados: avances y definiciones clave
La plenaria aprobó en bloque 22 artículos de la ponencia que no tenían proposiciones, además de otros 36 artículos con ajustes. Entre los temas ya avalados se encuentran:
- El artículo 6, sobre contratos a término fijo, quedó establecido con un máximo de 4 años. No podrá renovarse indefinidamente, como ocurre actualmente. La Cámara proponía 5 años y el Gobierno aspiraba a que fueran 3.
- La formalización de trabajadores de plataformas digitales fue aprobada con un esquema de seguridad social y cobertura en riesgos laborales (ARL). Las empresas asumirán el 60 % de los aportes de los trabajadores independientes.
- También fueron aprobadas medidas para reforzar los derechos de trabajadoras comunitarias, manipuladores de alimentos, transportadores y otros sectores históricamente precarizados.
No obstante, el artículo 17 fue hundido. Este proponía una prima adicional para los trabajadores en función del crecimiento económico del empleador, una iniciativa del Centro Democrático que no logró respaldo.
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19 artículos pendientes: los puntos de mayor tensión
El debate quedó suspendido con los 19 artículos más complejos aún sin aprobar. Entre ellos figuran:
- La ampliación de los recargos nocturnos y dominicales.
- La reforma al contrato de aprendices del Sena.
- El trabajo de tiempo parcial y su regulación.
- Las condiciones de trabajo en el sector agropecuario.
- El nuevo marco para madres comunitarias, con enfoque de formalización.
Estos temas generan profundas divisiones en el Congreso y han sido blanco de presiones por parte de gremios empresariales, organizaciones sociales y asesores externos. Uno de los momentos más tensos del debate se dio cuando la senadora Aída Avella cuestionó la presencia del abogado Charles Chapman, asesor del Partido Conservador, a quien calificó como “abogado de patronos”. La oposición respondió reclamando la salida de Fabio Arias, presidente de la CUT, quien ha acompañado el debate desde el recinto.
La Consulta Popular, una alternativa
El presidente Gustavo Petro ha reiterado que si la reforma laboral no mantiene el espíritu progresista con el que fue aprobada en Cámara, convocará a una consulta popular para que el pueblo decida.
“Al Senado de la República le solicito no votar en la reforma laboral la construcción de un neoesclavismo en el país con las normas que actualmente están discutiendo”, expresó recientemente el mandatario.
Este mensaje sigue pesando sobre el debate, especialmente después de que el Senado hundiera la consulta con 49 votos en contra y 47 a favor, en una controvertida decisión, considerada inconstitucional por el Gobierno a partir de evidentes vicios de procedimiento, por lo cual decretó la convocatoria a Consulta Popular.
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Tiempo límite: conciliación y votación final
Con este panorama, el tiempo juega en contra. El Congreso tiene como plazo máximo el 20 de junio para aprobar en su totalidad la reforma laboral, incluyendo los 19 artículos que aún están en discusión y la posterior conciliación entre Senado y Cámara. De no cumplirse ese cronograma, el proyecto podría archivarse por vencimiento de legislatura, obligando al Gobierno a replantear su estrategia.
El presidente Gustavo Petro ya ha advertido que si se cierran los caminos institucionales para sacar adelante una reforma laboral progresista, se avanzará con la consulta popular como mecanismo de validación ciudadana. Y en caso de que también se obstruya la consulta, el mandatario ha planteado abiertamente la posibilidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, argumentando que la voluntad popular no puede ser subordinada al poder constituido.
