En un nuevo gesto político y diplomático que consolida el rumbo de la política exterior colombiana frente al conflicto en Medio Oriente, el presidente Gustavo Petro nombró a Jorge Iván Ospina Gómez como embajador extraordinario y plenipotenciario de Colombia ante el Gobierno del Estado de Palestina. La decisión quedó en firme mediante el Decreto 0548 del 22 de mayo de 2025, firmado por la canciller Laura Camila Sarabia Torres, luego del beneplácito oficial otorgado por las autoridades palestinas el pasado 5 de mayo.
Se trata del primer embajador designado por Colombia para ejercer en territorio palestino después del rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel, una decisión anunciada por el presidente Petro en mayo de 2024, tras calificar de “genocidio” la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza. Desde entonces, el mandatario ha reiterado en escenarios internacionales y redes sociales su rechazo a la ocupación, a las violaciones al derecho internacional humanitario, y ha llamado a la comunidad internacional a actuar con contundencia para detener los ataques contra la población civil.
Infinita gratitud al Sr Pdte de la República @petrogustavo y a la Sra Canciller @laurisarabia por designarme como Embajador de nuestra Nación ante el heroico pueblo Palestino, la solidaridad, la denuncia al genocidio que hoy sufren, la libertad de quienes hoy no están, los retos pic.twitter.com/5u3JuyYkcx
— Jorge Ivan Ospina (@JorgeIvanOspina) May 26, 2025
Un giro en la política exterior colombiana
Aunque el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Colombia se formalizó en 2018 durante el gobierno de Juan Manuel Santos, el actual gobierno ha profundizado esta postura con una narrativa basada en el respeto a los derechos humanos, la soberanía de los pueblos y la condena explícita a los crímenes de guerra. La designación de un embajador en territorio palestino, en medio de una guerra que ha dejado más de 53.900 muertos —entre ellos más de 15.000 niños y niñas, según datos del Ministerio de Salud gazatí—, envía un mensaje político claro sobre el lugar que Colombia busca ocupar en los equilibrios internacionales.
El nombramiento de Ospina también se inscribe en una serie de reconocimientos mutuos entre el gobierno colombiano y autoridades palestinas. El presidente Petro ha sido elogiado públicamente por voceros diplomáticos del mundo árabe, y sectores de la diáspora palestina lo consideran una de las voces latinoamericanas más firmes en defensa de la causa palestina.
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¿Quién es Jorge Iván Ospina?
Ospina, médico cirujano y dos veces alcalde de Cali, proviene de una familia profundamente ligada al pensamiento progresista colombiano. Su padre, Iván Marino Ospina, fue uno de los fundadores del M-19. Durante su gestión en Cali, Ospina lideró agendas de inclusión social, cultura ciudadana y defensa de derechos colectivos, y mantuvo una relación cercana con los sectores alternativos del país.
La designación como embajador ante Palestina no solo marca su entrada al servicio diplomático, sino que también implica asumir una tarea de alta sensibilidad en un contexto internacional convulsionado. Aunque el decreto presidencial no especifica si su sede será en Ramallah —capital administrativa de la Autoridad Nacional Palestina—, todo indica que se establecerá allí, como lo hacen las embajadas de los países que reconocen formalmente al Estado palestino.
Una presencia diplomática con valor simbólico y político
La presencia de una misión diplomática colombiana en Palestina —en plena guerra, y mientras crece el cerco diplomático contra Israel por parte de Europa y las Naciones Unidas— tiene una carga simbólica indiscutible. En medio de las tensiones internacionales, la cancillería colombiana ha denunciado la utilización del hambre como arma de guerra, las restricciones al ingreso de ayuda humanitaria y los ataques indiscriminados a civiles.
La llegada de Jorge Iván Ospina como embajador es parte de una estrategia de afirmación política que conecta la política exterior con los principios del proyecto político del presidente Petro: una defensa activa de la autodeterminación de los pueblos, de la justicia internacional y del multilateralismo con enfoque en derechos humanos.