Inundación en el terreno de Salitre Greco donde se instaló Vive Claro; IDIGER informó sobre condiciones para la realización de eventos

El Instituto Distrital de Gestión del Riesgo (IDIGER) respondió varios interrogantes sobre los mecanismos de análisis y gestión del riesgo relacionados con la infraestructura y realización de eventos del Distrito Verde Vive Claro, escenario que, en el momento, se encuentra inundado.
Lugar del escenario Vive Claro inundado
Foto: Fotografía publicada en la red social X por el usuario @MarioRobertoP

 

Con el fin de conocer las condiciones en que se están utilizando terrenos del sector Salitre Greco para la realización de conciertos, el equipo periodístico de RTVC Noticias solicitó información al IDIGER, como autoridad competente sobre el tema. 

Previamente la ciudadanía ha expresado diversos cuestionamientos, lo que hace necesario poner atención a lo que está sucediendo: en primer lugar, vecinos del sector hicieron pronunciamientos sobre ruido, sobrecarga del espacio público, vibraciones y otras afectaciones al entorno. En segunda instancia, los asistentes a los eventos, especialmente, algunas personas que estuvieron en el concierto inicial del escenario con la banda Green Day, plantearon que las graderías eran demasiado inestables. 

Más recientemente, el Hospital Universitario Nacional emitió un comunicado (adjunto a la presente nota), luego de estudiar el impacto acústico por parte de la Oficina de Gestión Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia, a la que está adscrito dicho hospital. 


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En los análisis sobre las problemáticas generadas hacia este hospital se han abordado también situaciones de luminosidad nocturna y otras afectaciones a la calidad de entorno generados por el Vive Claro, a la vez que grupos de ambientalistas continúan señalando impactos sobre el terreno de aproximadamente 24 hectáreas, en cuanto a las condiciones del suelo y la capa vegetal, así como frente a la fauna silvestre urbana, que en el lugar, está compuesta por pequeños mamíferos, aves y herpetos (algunas especies de sapos, ranas, salamandras y lagartijas).

El consorcio OCESA, organización promotora de los conciertos y que se encarga de la gestión del Vive Claro se ha pronunciado también, negando el impacto acústico, basándose en los informes técnicos que presenta ante las autoridades distritales y que contienen mediciones sobre el nivel de ruido antes y durante los eventos. 

 

¿Qué condiciones debe cumplir un escenario de conciertos en Bogotá?

El Acuerdo Distrital 424 de 2009 da las bases para la organización de los procesos y las autorizaciones necesarias para la realización de los eventos masivos en la ciudad, a través del Sistema Único de Gestión para el Registro, la Evaluación y la Autorización de Actividades de Aglomeración de Público en el Distrito Capital – SUGA.  Desde 2014, tras la expedición del Decreto 599 de 2013 (diciembre 26), la ciudad definió los criterios que permiten los mecanismos de registro y autorización para el desarrollo de actividades de aglomeración de público, entre las cuales se incluyen los conciertos. 

El procedimiento es relativamente sencillo, pues se trata del diligenciamiento de un formulario para consignar información técnica sobre los espacios y de planes de gestión de los eventos, que incluyen la atención de emergencias. 

Los procesos deben ser cumplidos por los organizadores de todos los eventos de asistencia masiva, por lo que el reporte de información debe generarse para cada uno de dichos eventos, en el sistema SUGA, el cual es gestionado mediante un comité SUGA conformado por entidades de la ciudad, como la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Salud, Bomberos, Policía Metropolitana, entre otros.  


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Entre las disposiciones establecidas para aglomeraciones de público ocasionales o permanentes, el artículo 27, en sus puntos 4 y 5, se establece que, para las edificaciones, si son nuevas, se deben adjuntar los planos del licenciamiento, ante todo para constatar la sismoresistencia, y si son antiguas, se requiere un “concepto técnico del comportamiento estructural y funcional”. 

De esta forma, frente a la infraestructura, para Vive Claro se deben cumplir los requisitos de documentación sobre la construcción y en este caso, instalación de graderías, tarimas y equipos como luminarias, pantallas y torres de sonido. Es importante tener en cuenta que la información aplica para todo tipo de terrenos en los que se encuentren o instalen los escenarios, pues las consideraciones sobre las áreas corresponden a la norma urbana (no a las del desarrollo de eventos). 

Adicionalmente, con respecto a los espacios, se debe contar con planes de emergencias y contingencias y garantizar el control del aforo definido según cada escenario. 

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la norma está desarrollada según las condiciones generales de la realización de los eventos, y no específicamente sobre las características de los escenarios, por lo que en este tema, se limita a remitir a los procesos definidos para la construcción y mantenimiento de infraestructuras y al cumplimiento del Plan de Ordenamiento Territorial, que en el caso de Bogotá, fue decretado por la administración de Claudia López el 29 de diciembre de 2021, luego de varios meses de controversias. 

 

El tema ambiental está en la base de la controversia

En el parágrafo del artículo 25 del Decreto 599 de 2013 se lee: “En las áreas de la estructura ecológica principal, no se podrán autorizar la realización de aglomeraciones sin importar su complejidad”, mientras que en el POT se encuentran vacíos de delimitación y reconocimiento de ecosistemas dentro de dicha estructura, lo que corresponde a lugares como el Salitre – Greco.

Al respecto, existe un concepto técnico de 2013, en el que la Secretaría Distrital de Ambiente niega que el terreno sea considerado como un humedal, por lo que algunos vecinos y ambientalistas sugirieron la necesidad de actualizar la información y revisar las decisiones. 

En el portal de la Fundación Humedales Bogotá se aportan fotografías del año 2012, para señalar que el terreno tiene características de humedal y que es la Secretaría Distrital de Ambiente y el Consejo de Bogotá, los organismos que deben revisar la información y pronunciarse al respecto. 

Vegetación acuática en el Terreno de Salitre - Greco. Fotografía de la Fundación Humedales Bogotá, Jorge Escobar (Director)

Sin embargo, se señala, que más recientemente, tales características cambiaron y el área se observó seca y potrerizada. En la actualidad, el agua vuelve a ser protagonista, y con el mayor volumen de este recurso empozado, regresa la vegetación y la fauna característica de los humedales. 

Por tanto, se sugiere que el espacio es un “relicto”, que en biología hace referencia a lo que queda de la historia de un ecosistema, que puede observarse a través de remanentes de los recursos ecosistémicos, los cuales ya se encuentran reducidos en dimensión y calidades (las especies sobreviven, pero en menor cantidad y con mayores riesgos) así como en las estructuras geológicas y morfológica que se encuentran en los suelos, como señales del pasado, por lo que se indica la posibilidad del proceso adecuado para estos casos: la restauración ecológica. 

 

Que se inunde es el menor de los problemas

Teniendo en cuenta que las problemáticas pueden darse en una dirección, la situación de que el terreno se inunde genera perjuicios para los asistentes a los eventos y para sus organizadores. Pero, si los daños se observan en un sentido opuesto, que se realicen conciertos puede generar consecuencias muy negativas sobre el ecosistema, además de los impactos que se han señalado para los ciudadanos y el sector. 

Las inundaciones pueden ocasionar que conciertos sean aplazados o cancelados, lo cual no tiene que ver solamente con evitar incomodidades, sino con la prevención del riesgo eléctrico para los asistentes. De hecho, debe recordarse que el escenario Vive Claro es transitorio, asentado en una zona que anteriormente era un área verde. 

Según la información estructural de las graderías, el periodo definido para su duración es de cinco años, tiempo suficiente para que “lo temporal” pueda dejar huellas probablemente irreversibles en las características del terreno. 

Vegetación y Masa de Agua del Terreno de Salitre - Greco. Fotografía de la Fundación Humedales Bogotá, Jorge Escobar (Director)

De acuerdo con el IDIGER, el distrito autoriza la realización de los eventos, pero no el escenario, son las curadurías y las entidades de planeación las que deben otorgar los conceptos técnicos y llevar a cabo la inspección y vigilancia de las obras construidas y por construir. Esto quiere decir que el traslado de lugar podría permitir que se lleven a cabo los conciertos, cuando las condiciones del terreno no sean las adecuadas, aunque deben considerarse los costos. 

Esta controversia permite recordar lo sucedido con la pista de BMX instalada por la administración Peñalosa en un terreno que es muy cercano al área del Humedal El Salitre, o, como lo expresan algunos vecinos y ambientalistas, está en una zona que hace parte de dicho humedal, pero que intencionalmente no se ha reconocido. 

La construcción y uso de este escenario ha tenido consecuencias sobre el ecosistema, por lo que, incluso si se trasladara, se requeriría un importante esfuerzo de restauración que se pudiera haber evitado, y aún hoy, no hay alternativas a la vista para que el terreno vuelva a ser un área verde. 

En el caso del Vive Claro, lo transitorio se puede volver permanente, incluso, cuando pueda darse el caso de que se desinstalen las graderías y no sean reemplazadas por otras, pues el apisonamiento del terreno y las pérdidas de capa vegetal, así como la disminución de la fauna pueden significar la destrucción del ecosistema para siempre. 


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