En medio de múltiples quejas por la recolección de basuras, el alcalde Galán inauguró el alumbrado navideño

El fin de semana pasado, a mitad del mes de diciembre, se inauguró el alumbrado navideño de la capital del país. Este evento, que ya es tradicional en la ciudad, se suele realizar unas semanas antes. 

Sin embargo, el mayor número de críticas no fue por este motivo, sino por cuenta de la mala gestión de las basuras que ha ido aumentando el inconformismo de los ciudadanos, quienes han estado recopilando evidencias para denunciar la situación a través de las redes sociales. 

El anuncio de la inauguración del alumbrado, en vez de tener buena receptividad como de costumbre, este año generó la oportunidad de señalar que la ciudad “ahora tiene luces, pero sigue estando sucia” o que “mejor hubieran limpiado, antes de poner las luces”. 

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Los problemas relacionados con la limpieza y salubridad de la ciudad se han ido acrecentando durante el mandato del alcalde Carlos Fernando Galán. Los ciudadanos han mostrado frecuentemente su inconformidad, y en las últimas semanas, dignatarias del Concejo Distrital y del Congreso denunciaron lugares con acumulación de basuras. ¿Hay soluciones viables y rápidas? ¿Es eficaz el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos – PGIRS?

¿Qué está sucediendo con la recolección de basuras de la ciudad?

Con frecuencia, los ciudadanos plantean interrogantes y críticas frente a la gestión de las basuras en Bogotá, estos debates se viralizan. Recientemente, la concejal, Clara Lucía Sandoval publicó un video mostrando el estado del sector de San Victorino y la representante a la Cámara, María Fernanda Carrascal, presentó algunas fotografías de la acumulación de basuras en los andenes de la ciudad. 

Las fotos mostraban residuos empacados, por lo que se infiere que habían sido sacados para el paso de los carros recolectores, pero que estaban sin recoger. Representantes del gobierno distrital controvirtieron las publicaciones, indicando que limpian los puntos pero que rápidamente se vuelven a llenar de basuras por la mala disposición que hacen los ciudadanos, o que las imágenes son antiguas y el trabajo de recolección ya estaba realizado. 

Estas respuestas han estado en el centro de la controversia, pues los ciudadanos insisten el que el problema no se debe seguir negando, pues hasta el mismo alcalde Galán ha expuesto en repetidas ocasiones que se están estudiando y tomando medidas para enfrentar la situación, como la recuperación de puntos críticos y la activación de la estrategia de cazaregueros. 

Si bien la limpieza de puntos críticos es necesaria porque estos se convierten rápidamente en focos de vectores que afectan la salud pública, también puede verificarse que el problema no está concentrado en unos lugares específicos, sino que se observa por toda la ciudad. 

En cuanto a los cazaregueros, estos no tienen la capacidad operacional para cambiar sustancialmente la prestación del servicio, pues son una medida focalizada y complementaria, que se maneja desde la alcaldía para tratar de sortear algunos casis visibles y que por tanto, su labor no hace parte de las actividades que se deben cumplir por parte de los operadores privados por zona (empresas dedicadas, de forma exclusiva, a la recolección de basuras, seleccionadas y contratadas estrictamente para eso).

La respuesta a la pregunta es sencilla: no se está prestando un servicio eficiente de recolección de basuras por parte de los operadores, y además, la alcaldía mayor, a través de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, UAESP, se ha quedado corta en el cumplimiento de las políticas para garantizar un buen servicio. 

Los habitantes de Bogotá están cansados y piden soluciones de fondo

Los ciudadanos están exigiendo a las entidades distritales que sus acciones sean más profundas y efectivas para solucionar el problema, y por tanto, que las respuestas no se limiten a explicaciones o justificaciones, sobre por qué hay lugares que se llenan de basura, o insistir en que se están adelantando trabajos, aunque las personas no puedan ver los resultados.  

También se ha planteado que debe evitarse trasladar la responsabilidad de la situación a los hogares, pues si bien, cada persona en la ciudad debe cumplir actividades para garantizar la correcta disposición de los residuos, no son quienes deben responder por las políticas públicas, ni por las obligaciones contractuales, como les corresponde a los operadores por zona.  

En el caso de que se pudiera probar, mediante un estudio específico y no solo por opiniones y prejuicios, que son los ciudadanos los que hacen una mala disposición de los residuos, una buena gestión debería poder contrarrestar este hecho y generar el compromiso necesario por parte de quienes tienen costumbres inapropiadas. 

Las respuestas desde la administración distrital son insuficientes y erráticas

Algunos funcionarios de la administración distrital se han pronunciado sobre este tema, además de lo que ha expresado directamente el alcalde Galán. La UAESP ha hecho sucesivos pronunciamientos mostrando imágenes del trabajo de recolección en zonas en las que se han denunciado acumulaciones de basura. 

El secretario general, Miguel Silva Moyano también ha estado activo en la respuesta a los cuestionamientos de los ciudadanos. Por un lado, se ha tratado de desestimar las denuncias, indicando que se trata de una acción coordinada con la intención de desprestigiar el trabajo de la alcaldía, o en otros casos, se plantea que el problema ya ha sido solucionado (cuando se trata de lugares específicos). 

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Pero, por otro lado, la misma entidad y funcionarios han señalado las estrategias que están llevando a cabo para solucionar el problema, con lo cual, lo están reconociendo. Recientemente, el secretario Silva informó en su cuenta de X que las acciones claves son pedagogía, mejorar la capacidad operativa frente a puntos críticos y sanciones, tanto a operadores, como a personas y establecimientos que hagan mala disposición.

Paradójicamente, y ante un problema complejo que se ha estado agravando, estas soluciones parecen ser más de lo mismo (acciones que no están dando resultado), además de que se pueden entender como una posible conformidad con la idea de que es muy poco lo que se puede hacer. 

¿Se pueden atender las causas del problema y que Bogotá goce de entornos limpios y sanos?

Se cuenta con un diagnóstico de lo que está sucediendo frente a la recolección de basuras, los ciudadanos han sido claros en lo que esperan de las instituciones y la administración distrital cuenta con herramientas para abordar el problema, sin embargo, no se visualizan salidas a la crisis. 

Por tanto, no es suficiente con conocer el problema, sino que es necesario enfocarse en sus causas. Al respecto la pregunta debe formularse sobre las razones por las cuales no se está dando un manejo adecuado a las basuras que se producen en Bogotá y esto necesariamente se enfoca en el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos PGIRS.

Dentro de este plan, en particular, debe observarse el modelo de operadores privados por zona que fue priorizado para atender la recolección de residuos y la limpieza, puesto que incluso, cuando se acerca el vencimiento de los contratos (febrero de 2026) y se está evaluando su continuidad, parece que cada vez se agota más la operatividad del sistema actual. 

La operación exclusivamente privada, no solo se ajusta a las condiciones que les son favorables a los consorcios, como cuando se les garantiza que todos los usuarios de una zona están obligados a ser sus clientes, o cuando se definen los criterios tarifarios, sino que también se limitan las capacidades de las instituciones para garantizar la prestación del servicio, definidas por las cláusulas de los contratos, favoreciendo la continuidad de las actividades. 

De acuerdo con esto, a pesar de la existencia de algunas sanciones, en la práctica, la alcaldía mayor no puede tomar medidas de fondo para garantizar el cumplimiento integral de los contratos e incluso para darlos por terminados, cuando hay evidencias reiteradas de los incumplimientos. 

La UAESP ha tenido dificultades administrativas y ha incumplido con el proceso para actualizar el sistema de recolección; tarea que le corresponde para prevenir problemas mayores en el próximo año. Al respecto, hay bastante hermetismo frente a la opinión pública, aunque se debería informar lo que está sucediendo, para que la ciudadanía pueda estar tranquila sobre lo que va a suceder con el cambio o continuidad del modelo. 

Este tema continuará estando en el centro del debate, no solo porque se debe renovar o modificar el sistema de recolección que comprende el PGIRS, como corresponde al plazo definido para los contratos con los operadores privados, sino principalmente, porque ya es hora de que la ciudadanía cuente con una solución efectiva, que le permita vivir en un ambiente sano. 

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