Dos millones de personas han salido de la pobreza alimentaria en Colombia: presidente Petro

El mandatario aseguró que Colombia ha logrado avances significativos en seguridad alimentaria, aunque 14 millones de personas aún están en riesgo. Hizo un llamado a proteger las tierras fértiles y a no destinarlas a la producción de etanol.
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Presidente Petro.
Foto: Desde Caloto, en el Cauca, el jefe de Estado también denunció la disparidad en los precios de la tierra entre las zonas cañeras y otras regiones rurales. / Foto: Presidencia de la República.

Durante su visita a Caloto, Cauca, este 30 de julio, el presidente Gustavo Petro anunció que dos millones de personas han salido de la pobreza alimentaria en Colombia, como resultado de las políticas sociales implementadas en su gobierno. Sin embargo, advirtió que aún hay 14 millones de personas en riesgo de padecer hambre, una cifra que puede agravarse ante eventuales fenómenos climáticos.

Hace tres años estaban en esa condición más de 16 millones, y ahora son 14 millones. Es un riesgo que, frente a cualquier fenómeno climático, puede pasar que ya no sea población en riesgo, sino que efectivamente sientan hambre”, señaló el jefe de Estado durante la inauguración de la red integrada de comunicaciones Punto Vida en el Cauca.

El presidente también recordó que “en Colombia hay dos millones de personas sintiendo hambre. En este gobierno hemos reducido esa cifra en 200 mil personas. Eso es muy poco. ¿Dónde está la producción para alimentar a esos dos millones de personas?”, cuestionó, al subrayar la urgencia de transformar el modelo productivo del campo colombiano.

Uso de la tierra: alimentos o etanol

En su intervención, el mandatario planteó una crítica directa al modelo agroindustrial de los ingenios azucareros del suroccidente del país. “La Constitución dice que la producción de alimentos goza de especial protección del Estado, pero si usamos la tierra fértil para otros fines, como sacar petróleo, pues entonces nos morimos de hambre”, afirmó.

Cuestionó que las mejores tierras del Valle y del Cauca estén destinadas al cultivo de caña para producir etanol, en lugar de alimentos. “El etanol no sirve para comer, uno se muere si come etanol. El etanol sirve es para los carros. Me gustaría que el gremio azucarero me respondiera”, expresó.

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En esa línea, el presidente formuló un llamado a las comunidades beneficiarias de tierras entregadas por el Estado: “¿Qué sacamos entregándoles tierra a comunidades negras, indígenas o mestizas, si el nuevo dueño de la tierra se la arrienda a los propietarios de la caña de azúcar? No sacamos nada, porque el señor de la caña de azúcar no va a producir alimentos sino etanol”.

Un pacto por la tierra y la alimentación

Como respuesta, propuso un pacto con las comunidades rurales: “Que toda la tierra que sea propiedad indígena, étnica, mestiza o campesina, no se arriende a los señores de la caña de azúcar”. Afirmó que esa es una condición necesaria para garantizar que las tierras fértiles del país cumplan su función constitucional de asegurar la producción de alimentos.

El jefe de Estado también denunció la disparidad en los precios de la tierra entre las zonas cañeras y otras regiones rurales: “Las 30 mil hectáreas de tierra sembradas aquí con caña de azúcar valen más que las 300 mil hectáreas, que son la mitad de todas las tierras que hemos comprado en Colombia”.

Finalmente, insistió en que el país necesita un nuevo modelo productivo, centrado en la seguridad alimentaria y la soberanía rural, para superar el hambre estructural que aún golpea a millones de colombianos.