Una investigación publicada por el diario El País reveló este sábado una operación clandestina liderada por Álvaro Leyva Durán, excanciller del Gobierno colombiano, para sacar del poder al presidente Gustavo Petro. Según audios y testimonios obtenidos por el medio español, Leyva sostuvo reuniones privadas con asesores cercanos a la administración de Donald Trump, y habría intentado involucrar a congresistas republicanos como Marco Rubio, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez para obtener respaldo en su plan.
En el artículo, publicado este domingo, se revelan detalles de una operación que el excanciller buscó gestar acercándose a la álta política de Estados Unidos y al mundo criminal que opera en el país. En audios que están en poder de las autoridades, se mencionaron importantes nombres de la política y también se hace mención del sector empresarial. El exfuncionario, que ha servido para diferentes Gobiernos, al parecer se encuentra fuera del país, una vez supo que los cuerpos de inteligencia habían descubierto su plan.
La reacción del Gobierno no se hizo esperar. La canciller Laura Sarabia publicó en su cuenta de X: “Ruin y miserable. No encuentro mejores palabras para describir a Álvaro Leyva. La ambición desmedida por el poder lo llevó a conspirar contra nuestra institucionalidad. Esto no es solo un ataque contra @petrogustavo, es un atentado contra la democracia misma”.
Ruin y miserable. No encuentro mejores palabras para describir a Álvaro Leyva. La ambición desmedida por el poder lo llevó a conspirar contra nuestra institucionalidad.
Esto no es solo un ataque contra @petrogustavo, es un atentado contra la democracia misma. El mandato del…— Laura Sarabia (@laurisarabia) June 29, 2025
"Hay que sacar ese tipo": pretendía incluir al Clan del Golfo y al ELN
En los audios revelados por El País, Leyva lanza afirmaciones directas contra el presidente Petro. “Hay que sacar ese tipo. Ese tipo presidiendo las elecciones… es que, además, el orden público se desbordó. Eso no puede suceder, sino con un gran acuerdo nacional, en donde tiene que estar el ELN, los del Clan del Golfo”, se le escucha decir, mencionando actores armados y gremiales como parte del supuesto pacto que habría tejido para desestabilizar al jefe de Estado.
El excanciller también afirma haber sostenido reuniones con los gremios económicos más importantes del país y plantea un escenario en el que, según él, la vicepresidenta Francia Márquez debería asumir la Presidencia. Según su relato, tenía “todas las herramientas” para ejecutar el plan y lograr que el mandatario “no tuviera capacidad de respuesta”.
Audios y cartas: un operativo internacional
Leyva, de 82 años, emprendió esta operación desde Estados Unidos en abril, acompañado por su hijo Jorge Leyva, según la investigación de El País. Ambos utilizaron sus vínculos con el Partido Republicano para gestionar encuentros. En una de las grabaciones, el excanciller afirma: “Estuve en Estados Unidos y con un tipo de primera fila: Mario Díaz-Balart. Los Díaz-Balart son los que están detrás del secretario de Estado”.
Ya en Colombia, y como parte de la ofensiva, publicó cartas en redes sociales en las que acusaba al presidente de consumir drogas y atribuía a su entorno, incluyendo a la canciller Sarabia, la supuesta complicidad. Los señalamientos fueron rechazados por el presidente y su equipo, que los calificaron como un intento de difamación y golpe blando.
Las grabaciones ya habían llegado a manos del servicio secreto colombiano y, según El País, fueron escuchadas directamente por el presidente Petro en su despacho. El mandatario expresó su molestia y, en un discurso público reciente, denunció que Leyva intentó “perpetrar un golpe de Estado”, aunque sin entrar en detalles.
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Buscaba un acuerdo entre actores armados, sectores económicos y políticos
Leyva llega a declarar en otro de los audios: “Aquí han venido los del Clan del Golfo, una vaina muy jodida. Este país va al despeñadero”, confirmando que, para él, la caída del presidente debía pasar por un acuerdo entre actores armados, políticos tradicionales y sectores económicos, incluyendo a figuras de la extrema derecha como Vicky Dávila y Miguel Uribe Turbay.
“No va a ser presidente”, dice Leyva sobre Dávila, “pero puede ser interlocutora”. Y sobre Miguel Uribe: “¿Qué representa? Hay que meter malos y buenos, pero con representación”.
Un plan que no prosperó
El presidente Gustavo Petro había mencionado previamente a Mario Díaz-Balart. En mayo, durante un discurso, denunció la existencia de una estrategia internacional para derrocar su Gobierno, mencionando a congresistas de Florida como actores interesados en desestabilizar la democracia colombiana.
Sin embargo, el plan de Leyva no logró avanzar. Las fuentes citadas por El País aseguran que la Casa Blanca nunca tomó en serio la propuesta y que los sectores contactados en el Congreso estadounidense evitaron comprometerse. Tras la revelación del mandatario, Leyva viajó a Madrid por “motivos de seguridad”.
Sin embargo, la gravedad de la denuncia y la evidencia recopilada por El País confirman lo que el presidente ha calificado como un intento de golpe de Estado por parte de quien fue su canciller y uno de sus funcionarios de confianza. La Cancillería tendría que evaluar las implicaciones diplomáticas del caso, mientras la Fiscalía y otras entidades tendrían la posibilidad de abrir investigaciones.