Naciones Unidas reconoce fallas en su método para medir los cultivos de coca en Colombia

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) admitió limitaciones en su sistema de medición de la producción potencial de cocaína. Esta revisión confirma las denuncias del presidente Petro.
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Foto: El presidente Petro ha insistido en que la lucha contra el narcotráfico debe ser un esfuerzo ético y compartido, en el que los países consumidores asuman su parte de responsabilidad. / Foto: Presidencia de la República.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reconoció fallas metodológicas en el sistema que, durante más de 25 años, calculó la producción potencial de cocaína en Colombia. En un comunicado divulgado el 6 de octubre de 2025, el organismo admitió que su modelo estadístico presentaba limitaciones científicas y presupuestales, y anunció que trabajará con el Gobierno colombiano para aplicar nuevos métodos de estimación.

“UNODC reconoce que los datos relacionados con la producción potencial de cocaína son limitados para tener un panorama más preciso de los resultados de la política de drogas”, señaló la entidad.

El reconocimiento llega tras un periodo de tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, luego de la descertificación impulsada por la administración de Donald Trump, basada en indicadores del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) que, según el Gobierno, no reflejaban los avances reales en la reducción del narcotráfico.

El error técnico en las cifras de 2023

En su balance más reciente de la política antidrogas, el presidente Gustavo Petro explicó que el error científico del informe de la UNODC consistió en comparar las cifras de 2023 y 2022 utilizando pruebas de productividad tomadas en 2019, sin haber actualizado las mediciones por regiones.

El error científico de estos jóvenes de Naciones Unidas es que no hicieron la prueba de productividad por zonas, sino que reprodujeron una que hace cuatro años no se hacía. No se puede comparar 2023 con 2022 porque las pruebas de productividad fueron hechas en 2019”, afirmó el mandatario durante el Consejo de Ministros del 30 de septiembre.

El Presidente añadió que, tras reunirse con los técnicos responsables del estudio, ellos reconocieron el error metodológico y que los resultados deben corregirse. “No se prorroga ese contrato hasta que digan la verdad”, advirtió, al recordar que esos reportes sirvieron de base para justificar la descertificación de Colombia, con consecuencias políticas y económicas para el país.

“Toda la descertificación se montó sobre este hecho”

Tras el reconocimiento oficial de la ONU, el presidente celebró la rectificación y la calificó como una corrección histórica del sistema internacional de medición. En su cuenta de X escribió:

“En este trino las Naciones Unidas reconocen el error en su método para establecer la producción potencial de cocaína en el país. Acepta corregir el resultado del 2023 bajo nueva revisión. Toda la descertificación se montó sobre este hecho.”

El mandatario reiteró que Colombia no puede seguir siendo degradada como el país del fracaso en la lucha contra las drogas cuando es, en sus palabras, “el que más muertos ha puesto” en medio de una guerra impuesta desde el norte.

Durante su discurso en Naciones Unidas, el presidente había señalado que la interpretación del aumento de incautaciones como expansión del negocio era una distorsión técnica, pues la interdicción y los programas de sustitución han reducido efectivamente la producción y el crecimiento de los cultivos.

Un nuevo modelo de indicadores internacionales

El comunicado de la UNODC plantea una reforma metodológica que amplía los indicadores del sistema SIMCI. El nuevo modelo no medirá solo la producción potencial de cocaína, sino también la disponibilidad real del producto en los mercados internacionales.

El esquema incluirá seis variables: incautaciones, lotes no cosechados, consumo interno, usos lícitos, inventarios y flujos provenientes de otros países. Según la agencia, este enfoque permitirá una medición más precisa y contextualizada, considerando la evolución del narcotráfico hacia redes financieras y logísticas transnacionales.

“UNODC está dispuesta a trabajar conjuntamente con el Gobierno colombiano para aplicar otros modelos estadísticos”, reiteró el organismo.

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Corresponsabilidad global y soberanía científica

El presidente Petro ha insistido en que la lucha contra el narcotráfico debe ser un esfuerzo ético y compartido, en el que los países consumidores asuman su parte de responsabilidad. En declaraciones recientes, denunció que Colombia no puede seguir cargando sola con la guerra contra las drogas y propuso un tratado internacional con México, Estados Unidos y China para controlar las rutas marítimas de la cocaína y los precursores del fentanilo en el Pacífico, espacio que parece no tener el interés de Estados Unidos, posicionado en el Caribe alrededor de Venezuela con el pretexto de combatir el narcotráfico.

El balance oficial presentado por los ministerios de Justicia y Defensa refuerza ese argumento: en lo corrido del actual gobierno, Colombia ha incautado más de 707 mil kilos de cocaína, ha reducido el crecimiento de cultivos al 3,4 % y ha logrado avances históricos en sustitución voluntaria con comunidades rurales.

Con la rectificación de Naciones Unidas, el país recupera autoridad técnica y moral en el debate internacional. La revisión del sistema de medición representa no solo una vindicación de la política antidrogas colombiana, sino también el primer paso hacia una cooperación global basada en evidencia, transparencia y soberanía científica.