Casi 900 detenidos en Londres durante protesta contra genocidio en Gaza

La policía británica arrestó a 857 personas por respaldar a Palestine Action, organización proscrita bajo la ley antiterrorista. La ONU y colectivos sociales cuestionan la medida como un ataque a la libertad de expresión.
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Manifestante en Londres.
Foto: Ciudades como Londres se han convertido en escenario recurrente de marchas y manifestaciones que reclaman el fin de la violencia. / AFP.

En Londres, una manifestación en solidaridad con el pueblo palestino terminó con casi 900 detenidos, en uno de los operativos más masivos de los últimos años contra la protesta social en el Reino Unido. La movilización se realizó frente al Parlamento británico y reunió a unas 1.500 personas que portaban pancartas con mensajes como “Me opongo al genocidio. Apoyo a Palestine Action”.

El grupo en cuestión, Palestine Action, fue proscrito en julio por el gobierno laborista bajo la ley antiterrorista de 2000, después de que algunos de sus miembros irrumpieran en una base de la Fuerza Aérea Británica y causaran daños millonarios. Desde entonces, cualquier expresión pública de apoyo a la organización es considerada delito.

La prohibición ha generado controversia dentro y fuera del país. La ONU advirtió que la medida es desproporcionada y representa un riesgo para el derecho a la libertad de expresión y de protesta pacífica. Sin embargo, el gobierno insiste en que la norma no impide manifestaciones a favor de Palestina en general, aunque sí sanciona de manera específica el respaldo a esta organización.

Operativo policial y confrontación con manifestantes

La Policía Metropolitana de Londres informó que 857 personas fueron arrestadas directamente por infringir la ley antiterrorista, al mostrar apoyo explícito a Palestine Action. Otras 33 fueron detenidas por agresiones a agentes y desórdenes públicos.

En la protesta se registraron forcejeos y enfrentamientos entre manifestantes y uniformados. Según la subcomisaria adjunta Claire Smart, los agentes fueron objeto de “puñetazos, patadas y escupitajos”, lo que llevó a un despliegue más contundente de la fuerza pública.

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Entre los detenidos había personas mayores que insistieron en defender el derecho de la organización a existir. “No somos terroristas. La prohibición debe ser anulada”, dijo Polly Smith, de 74 años, antes de ser arrestada. Otros, como Nigel, empresario de 62 años, cuestionaron la prioridad del gobierno: “Nuestro gobierno debería usar el tiempo para tratar de que cese el genocidio en Gaza en vez de parar protestas”.

Criminalización del activismo y nuevas penas

Con la decisión del gobierno, las penas para quienes participen en acciones vinculadas a Palestine Action oscilan entre seis meses de cárcel y hasta 14 años para quienes sean considerados organizadores de manifestaciones. Desde julio, más de 800 personas han sido detenidas y 138 inculpadas por incitación o apoyo a esta organización.

Paradójicamente, la prohibición ha aumentado la visibilidad y respaldo al grupo, que antes era prácticamente desconocido. Paralelamente, otros colectivos como Defend Our Juries han organizado movilizaciones contra la restricción, argumentando que criminaliza la solidaridad con Palestina y sienta un precedente peligroso para la protesta social en el país.

El genocidio continúa ejecutándose en Gaza

La escalada de represión a las protestas propalestinas en Londres ocurre mientras en Gaza continúa una ofensiva militar que ha dejado más de 64.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, cifras reconocidas como fiables por la ONU. El ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.219 muertos en Israel, desencadenó una brutal arremetida que aún persiste casi dos años después, con un historial de violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

El bloqueo a la Franja y los constantes bombardeos han sido catalogados por organizaciones internacionales y varios países como un genocidio contra la población palestina. En respuesta, ciudades como Londres se han convertido en escenario recurrente de marchas y manifestaciones que reclaman el fin de la violencia y cuestionan la complicidad de los gobiernos occidentales con Israel.