Los grandes capitales que callaron ante el genocidio ahora disputan la reconstrucción de Gaza

El reciente acuerdo entre Israel y Hamás, enmarcado en el “Plan para Gaza” impulsado por el Gobierno de Estados Unidos, ha sido presentado como un paso hacia la estabilidad regional. Pero, como señaló el analista internacional Víctor Guerrero en Mesa de Análisis de RTVC Noticias, detrás de ese discurso se mueve una red de intereses económicos globales que emergen sobre la devastación de la guerra.
“Todos los grandes capitales mundiales que tienen en mira a Gaza para la reconstrucción y para hacer de ahí una Riviera, están teniendo costos de oportunidad billonarios”, afirmó el profesor Guerrero. Y agregó que se proyecta que “en el primer año de inversiones, la Franja de Gaza produciría un trillón de dólares de ganancia”.
Guerrero explicó que las potencias que se mostraron indiferentes durante dos años de bombardeos y desplazamientos “han hecho la vista gorda y han sido cómplices del genocidio ocurrido”, y que ahora encabezan la carrera por la reconstrucción. El analista ha insistido en que los intereses financieros globales se imponen sobre la tragedia humanitaria y desplazan del debate las responsabilidades históricas del conflicto.
🤝#Internacional | "Un elemento fundamental de este acuerdo es que a diferencia de los ceses al fuego anteriores que quedaban en mano de las partes, ahora hay un respaldo público por parte del Presidente de Estados Unidos" Víctor Guerrero, profesor de la @UniJaveriana y… pic.twitter.com/RAogJjTYix
— RTVC Noticias (@RTVCnoticias) October 9, 2025
Presiones políticas y cálculo diplomático
El analista destacó que el respaldo del presidente estadounidense introduce un elemento de presión internacional que condiciona el proceso.
“Hay un necesario y doloroso llamado a la cautela”, advirtió. “A diferencia de los ceses al fuego anteriores que quedaban en manos de Hamás e Israel; ahora hay un respaldo público mundial por parte del presidente de Estados Unidos”.
Guerrero señaló además que Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, actúa con un equilibrio político frágil.
“El otro punto que genera desconfianza y dudas es el doble juego de Israel”, dijo, al referirse al doble discurso israelí, más dispuesto en escenarios diplomáticos y contrario a su postura radical a favor de un exterminio del pueblo palestino en la Franja de Gaza, en sus declaraciones ante el Gabinete. “Ese juego de Netanyahu tiene que ver con la supervivencia política”, afirmó.
Según el profesor, esa dinámica de poder explica parte de la inestabilidad y la dificultad para garantizar compromisos duraderos en el marco del nuevo acuerdo.
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Reconstrucción y poder financiero
Guerrero sostuvo que la etapa posterior al conflicto podría convertirse en una disputa global por la reconstrucción, impulsada por los grandes intereses económicos que ahora se presentan como aliados de la paz. También mencionó la presión diplomática “sobre Oslo para entregar el Premio Nobel de Paz al presidente estadounidense”, lo que, a su juicio, refleja el intento de blanquear políticamente un proceso sostenido por intereses financieros antes que por una búsqueda genuina de justicia internacional.
La reconstrucción de Gaza será una prueba moral para la comunidad internacional: quién reconstruye, con qué fines y sobre qué memoria. Como concluye Guerrero, el desafío no es solo material, sino profundamente ético: no repetir el silencio frente a la tragedia, y no permitir que el dolor se convierta en negocio.