ONU alerta crisis humanitaria por plan israelí para tomar la ciudad de Gaza

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordó este domingo, en una sesión de urgencia, el plan del gobierno israelí para lanzar una operación a gran escala en Ciudad de Gaza, el principal centro urbano del enclave palestino. La iniciativa, aprobada el viernes por el gabinete de seguridad de Benjamin Netanyahu, ha desatado una ola de críticas internacionales y el rechazo de múltiples actores que advierten sobre sus posibles consecuencias devastadoras.
Miroslav Jenca, secretario general adjunto de la ONU, alertó que la implementación del plan “probablemente desencadenará otra calamidad” en Gaza, con impactos que podrían extenderse a toda la región y provocar “más desplazamientos forzados, asesinatos y destrucción”.
Naciones Unidas recuerda que la Franja vive una emergencia humanitaria sin precedentes: más de dos millones de personas sobreviven bajo asedio y, según datos del Ministerio de Salud de Gaza —que la ONU considera fiables—, la ofensiva israelí ha dejado ya 61.430 muertos, en su mayoría mujeres, niños y civiles desarmados.
Desde Madrid, España y otros siete países europeos —Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Portugal y Eslovenia— emitieron un comunicado conjunto condenando el plan israelí. Advirtieron que podría provocar “una cifra inaceptablemente elevada de víctimas mortales” y forzar el desplazamiento de casi un millón de palestinos. También alertaron que la ofensiva “comprometería aún más la vida de los rehenes” retenidos por Hamás y pidieron un alto el fuego que permita su liberación y el ingreso seguro de ayuda humanitaria.
Protestas y divisiones dentro de Israel
La aprobación del plan ha intensificado la presión interna sobre Netanyahu. Decenas de miles de personas se manifestaron el sábado en Tel Aviv exigiendo un acuerdo para el regreso de los 49 rehenes que permanecen en Gaza, incluidos 27 que el ejército declara muertos. Familias de cautivos denunciaron que la ofensiva equivale a una condena de muerte para sus seres queridos y han convocado a una huelga general el próximo domingo.
También puedes leer: Multitudinaria protesta en Tel Aviv contra el plan israelí de ocupar la ciudad de Gaza
En la coalición de gobierno, se han escuchado afirmaciones cuestionables como promover la “transferencia” de la población en Gaza y fomentar la colonización. Incluso, para algunos sectores, la arremetida brutal es insuficiente y acusan al primer ministro Netanyahu de “rendirse a los débiles”. En cuanto a la oposición, Yair Lapid lo calificó como “una catástrofe” y advirtió que la movilización de 430.000 reservistas “desmantelará el país desde dentro”.
Tensiones diplomáticas y cambio de postura en Europa
Las críticas al plan no se limitan a la ONU y a los gobiernos europeos que firmaron el comunicado. El jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, defendió la suspensión parcial de exportaciones de armas a Israel, alegando que Berlín seguirá apoyando su derecho a defenderse, pero no enviará material que pueda ser utilizado en Gaza. La decisión generó tensiones dentro de su propio partido, la CDU, y marca un cambio en el tono de un país históricamente alineado con la política israelí.
En la reunión del Consejo de Seguridad, el embajador palestino, Riyad Mansour, denunció que la ofensiva contradice la voluntad de la comunidad internacional. Por su parte, el representante israelí, Danny Danon, sostuvo que su país “no cesará en la lucha por la liberación de todos los rehenes”, sin ofrecer detalles sobre cómo su plan garantizaría su seguridad.
Un riesgo de escalada regional
El ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 —en el que murieron 1.219 personas en Israel, la mayoría civiles— desencadenó un conflicto que, 22 meses después, mantiene a Gaza bajo fuego constante. La nueva ofensiva sobre Ciudad de Gaza, que Netanyahu asegura no busca ocupar el territorio sino “desmilitarizarlo” y “liberarlo del control de Hamás”, plantea el riesgo de un nuevo ciclo de destrucción masiva y desplazamientos forzados. Lo cierto es que la ocupación y la llegada de colonos a territorios palestinos sigue siendo una fotografía recurrente detrás del genocidio.
Para la ONU y los gobiernos que se oponen a la escalada militar genocida, la prioridad debe ser la protección de la población civil, la apertura de corredores humanitarios y una salida política que ponga fin a la guerra. En las calles, tanto en Gaza como en Israel y en ciudades de todo el mundo, la presión ciudadana crece para que esa urgencia se traduzca en acciones concretas antes de que la catástrofe se profundice.