Bolsonaro, a prisión domiciliaria por violar restricciones en su juicio por intento de golpe

El expresidente Jair Bolsonaro fue enviado a prisión domiciliaria por orden del juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, luego de que se constatara que su entorno divulgó una conversación suya en redes sociales durante las manifestaciones convocadas en su apoyo. La decisión, conocida este lunes, marca un nuevo giro en el proceso judicial que lo vincula con los planes para desconocer los resultados de las elecciones de 2022, en las que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro ya enfrentaba restricciones judiciales que incluían el uso de una tobillera electrónica, la prohibición de comunicarse con embajadores o diplomáticos extranjeros, y la orden expresa de no utilizar redes sociales, ni directamente ni a través de terceros. La publicación de una llamada telefónica con su hijo Flavio Bolsonaro —quien se encontraba en una tarima frente a miles de manifestantes en Río de Janeiro— fue interpretada por la justicia como una violación flagrante de esas medidas cautelares.
La decisión del juez de Moraes
“El acusado que incumple deliberadamente las medidas cautelares —por segunda vez— debe sufrir las consecuencias legales. La justicia es igual para todos”, escribió el magistrado Alexandre de Moraes en su resolución. También aseguró que la justicia “no permitirá que un acusado la considere una tonta, creyendo que permanecerá impune por tener poder político o económico”.
La decisión implica que Bolsonaro deberá permanecer recluido en su casa en Brasilia, sin acceso a teléfonos ni redes sociales, y solo podrá recibir a sus abogados. Las restricciones anteriores siguen vigentes: no puede establecer contacto con embajadores ni ofrecer declaraciones públicas.
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La medida fue tomada en el marco del proceso por intento de golpe de Estado, en el que Bolsonaro es acusado de haber conspirado para mantenerse en el poder tras perder las elecciones. La investigación incluye su supuesta participación en la redacción de un decreto inconstitucional que le permitiría desconocer el resultado electoral y mantener el control del Ejecutivo con apoyo de sectores de las Fuerzas Armadas.
Un conflicto que escala hasta Estados Unidos
La reclusión de Bolsonaro ocurre en medio de una creciente tensión diplomática. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones al juez Alexandre de Moraes, en una decisión que ha sido interpretada como una represalia por parte del expresidente Donald Trump, aliado político del exmandatario brasileño.
Ese mismo día, Trump calificó el proceso judicial contra Bolsonaro como una “caza de brujas” y anunció la imposición de aranceles del 50 % a productos brasileños estratégicos, que comenzarán a regir a partir del 6 de agosto. El gobierno de Lula da Silva aún no ha emitido una respuesta oficial.
Riesgo de una condena histórica
Jair Bolsonaro ya se encuentra inhabilitado políticamente hasta el año 2030. Sin embargo, los fiscales han adelantado que podría enfrentar hasta 40 años de prisión si se le encuentra culpable de los cargos por tentativa de golpe de Estado, conspiración y obstrucción a la justicia. El juicio continúa en etapa de recolección de pruebas y se espera una sentencia en las próximas semanas.
Mientras tanto, la decisión de De Moraes marca un precedente en la historia reciente de Brasil: es la primera vez que un expresidente es sometido a prisión domiciliaria por intentar socavar el orden constitucional desde la restauración democrática en 1985.